lunes, 12 de septiembre de 2011

Opinión Grupal

Cada persona es libre de elegir los actos para que su vida sea digna de la misma. Pero para que una persona sea autónoma en la toma de decisiones debe tener un conocimiento de lo correcto e incorrecto. La Autonomía es la libre capacidad de elegir el futuro de uno en el marco de una Ley determinada por el Estado en sí.
Un ejemplo concreto en muchas sociedades del mundo es el aborto, la decisión de que un niño nazca es pura y completamente decisión de la madre, estando eligiendo que el niño nazca o muera. Este niño no tiene Autonomía de elegir vivir, pero si hay un Estado que puede proteger en este caso al niño o a la madre.
La propia voluntad de levantarnos y vivir la vida sea cual fuera nuestra situación económica, sentimental, física o psicológica, nos hace libres de querer enfrentar los problemas que tengamos o de solo de bajar los brazos, ya que estamos perdidos. Nuestra autonomía de la Voluntad nos hace saber cuáles son nuestras propias normas morales. Es decir nosotros mismos nos damos la autonomía de elegir: estudiar o estar en la computadora, salir a bailar o quedarse en la casa durmiendo.
La elección de lo bueno y lo malo se gana con el tiempo y con la capacidad de conocimiento de cada uno. Nuestra Autonomía es nuestra decisión de elegir que queremos de cada uno de nosotros.